Y sin ir tan lejos, vemos como al darse el parto la madre regresa a casa y el período de acompañamiento por parte del padre se verá cortado por la responsabilidad laboral que tenga. A lo sumo cuente con alguien que le acompañe pero que desde luego lo hará por un período corto. Si bien es cierto, que la tarea de la maternidad llega a ser exclusiva de la madre, todas las funciones de atender al bebé, alimentarlo, estar ahí emocionalmente para él, dormirle y demás corren con esa exclusividad muchas veces sin un acompañamiento adecuado.
Todo su mundo se ve lleno por su bebé, casi que madre se olvida de ella misma pues comparte todo su tiempo y vida con su pequeño y ello conlleva a un desgaste para ella.
Es entonces importante que la madre reciba este acompañamiento afectivo, que la anime, que la cuide, que la apoye emocionalmente, que ella sienta que el camino que se recorre se está haciendo de la mejor manera. Es el papel fundamental de la pareja en este momento, mas hay otras personas que pueden y deben cumplir dicha tarea, es el caso de las madres, suegras, hermanas entre otras.
La madre está respondiendo afectivamente a su hijo y a ella misma, por eso es importante que se sienta acompañada en este período, sus intensas emociones deben manejarse de la mejor manera para que no se den crisis que afecten la salud de ella y su bebé. Así pues, el acompañamiento debe ser total, algo que debe considerarse con tiempo para que dicho acompañamiento sea beneficioso. De esta manera la madre se sentirá, apoyada y sostenida, que no está sola.
Además, no sólo por la madre, sino por la salud emocional del bebé, quien estará en un entorno saludable y emocionalmente armonioso, sin que la madre llegue a tener sentimientos negativos o de rechazo.
En definitiva, es importante que la madre esté rodeada afectivamente, que sienta que puede apoyarse en alguien más en cuanto avanza en la maternidad. El acompañamiento debe ser muy amoroso, si llegar a cuestionar o criticar los momentos íntimos de madre e hijo, en ello nada está escrito y siempre hay un instinto que guía.
¡¡Madres felices, bebés felices, familias felices!!
REFERENCIAS:
1. Castelló López, Mª Isabel. Vivencia Emocional en el Embarazo, Parto y Puerperio. 2006 2. G. Nylander. Maternidad y lactancia”. 2005